Terapia no invasiva, complementaria descubierta por el Dr. Isaac Goiz, quién plantea que toda enfermedad se relaciona a un desequilibrio de Ph y que la aplicación correcta de imanes en ciertos puntos específicos del cuerpo contribuye a su equilibrio. Durante la terapia se realiza un rastreo de cuerpo completo que, al presentarse un desequilibrio, disfunción glandular u orgánica el terapeuta lo visualiza y mide a nivel de la reacción acortamiento o alargamiento del pie derecho con respecto al izquierdo, según el tipo de desequilibrio presente, ácido o básico, que al impactarse con el posicionamiento sobre el cuerpo durante 15 a 20 min. con su par biomagnético específico se corrige, restableciendo el Ph natural. Equilibrio que mejora la circulación sanguínea, contribuye a una óptima homeostasis y nutrición celular proporcionando un nuevo bienestar de la persona, que antes de la terapia se alteró por la presencia de estímulos ambientales, emocionales o incluso de microorganismos patógenos que distorsionan los niveles de acidez y alcalinidad (pH) de los órganos, contribuyendo a mantener bajo control a los diferentes microorganismos, logrando que la homeostasis pueda restablecerse para que el cuerpo pueda curarse a sí mismo. No tiene efectos colaterales y se puede realizar de manera presencial o a distancia (distinto lugar o a través de otra persona), obteniendo el mismo efecto terapéutico.  También el organismo puede ser portador asintomático y la terapia puede resultar preventiva incluso antes de que ocurra la manifestación. Puede ser aplicada ante cualquier enfermedad ya sea infectocontagiosa, metabólica, glandular, autoinmune, tumoral y por intoxicación, entre otras.